30 noviembre, 2012

Una Fisura en el Norte (IVde IV)

Toda historia tiene su principio y su final... y la que nos ocupa hoy es el desenlace de una historia que marcó los inicios de Taura en aquellas lejanas partidas de testeo que organizamos en tiendas especializadas y tascas de Valencia. Varios años han pasado ya desde que nuestros primeros testers empezaron a dar forma a esta historia mediante sus actos. Las Notas de Shekal son el fiel reflejo de aquellos inicios y, la entrada que hoy nos ocupa, su Crónica Final, de la que podéis leer los capítulos anteriores en las Crónicas de Taura, dentro del apartado "el Norte".


Cinco personajes iniciaron la historia... más de diez la concluyeron.

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El pasado sábado, día 20 de Octubre, tuvo lugar el desenlace de "Una Fisura en el Norte", la campaña que durante todos estos meses pasados, los aficionados Tauranos madrileños, y este humilde Narrador (Saito), hemos estado desarrollando. De camino a la tienda de "El Mono Araña", recordando los buenos momentos vividos durante dicho tiempo, no pude evitar sentir cierta tristeza ante la idea de que ya no habría una siguiente reunión, o no, por lo menos, para volver a jugar un nuevo capítulo de dicha campaña. Por supuesto, siempre se pueden organizar nuevos eventos, como el que tengo pensado realizar para celebrar la puesta en venta del suplemento "Almas Enfrentadas", pero al ver tan cerca el final de algo con lo que he disfrutado tanto, no podía resistirme a aceptar que en esa sesión de juego se decidiría el futuro de las Tierras del Norte.

Una vez en el interior de la tienda, y tras echar un exhaustivo vistazo al amplio material disponible y tomar buena nota de qué cosas podría ser interesante adquirir, comenzamos con la narración del apoteósico final.

La situación en Tolina, tras los acontecimientos ocurridos con anterioridad, había llegado a ser realmente insostenible: Los psiónicos estaban hartos de que las medidas tomadas por los Templarios para detener el avance de la Sombra hubieran resultado, en el mejor de los casos, poco eficaces; algunas de las tribus salvajes habían abandonado la seguridad de los muros de la ciudad, aumentando la posibilidad de que apareciesen nuevas infecciones y por si todo ésto fuera poco, un nuevo enemigo, un traidor dentro de la Orden, había hecho acto de presencia y había conseguido escapar hacía un paradero desconocido. Las cosas no pintaban fáciles para los personajes y el éxito en la nueva misión a la que estaban a punto de ser asignados se tornaba de vital importancia y no había lugar para los errores. Dos misiones, dos comandos y dos objetivos bien claros: sellar la Fisura y detener al traidor. Mientras tanto, el resto de unidades de la Orden se encargarían de levantar las defensas y defender Tolina del inminente combate que tendría lugar, ya que todas las Atalayas estaban informando que un enorme ejército de corrupciones empujadas por Demonios Ciervos se dirigía a la ciudad psiónica. El tiempo jugaba en su contra.

Inmediatamanete, ambos grupos (uno en Madrid y el otro en Pontevedra) se pusieron en camino hacia su lugar de destino, acompañados de un Maestro de Llaves que deberían proteger a toda costa (dependían de él para sellar la Fisura), y de Shekal el serte, quien les haría de explorador y de guía en la que sería su vuelta al Bosque Corrupto tras aquel fatídico incidente que derivó en Fisura.

Durante la primera etapa del viaje, los jugadores, mientras sus personajes avanzaban fácilmente, comentaron los posibles inconvenientes y criaturas que podrían encontrarse, como por ejemplo los tan temidos Araclupus a los que tuvieron la desgracia de tener que enfrentarse durante su primera aventura. Y, entonces, los primeros problemas no tardaron en aparecer en forma de un terreno de nieve extremadamente blanda que, por desgracia, no podía ser bordeado. Nieve extremadamente blanda que provocó que algunos de los miembros de la expedición se hundieran en ella, obligando al resto de sus compañeros a tener que rescatarles. Realmente fue un instante bastante dramático, sobre todo porque uno de los templarios, a pesar de tener ayuda, no conseguía salir del lugar en el que se encontraba, y a cada nueva tirada fallida, se acercaba más y más a una horrible muerte por asfixia. Por suerte, finalmente, dicho personaje consiguió liberarse y todos pudieron continuar la marcha.

Sorteados los problemas y pasado de largo el enorme ejército de corrupciones que pronto caería sobre Tolina, ambos comandos llegaron a las lindes del Bosque Corrupto, se desearon suerte y tomaron caminos distintos para abordar sus respectivas misiones. Los jugadores de Madrid (Forsthold) habrían de proteger al Maestro de Llaves y sellar la Fisura, mientras que los jugadores de Pontevedra (Sekundhold) irían acompañados de Shekal en su misión de capturar al traidor.

Sekundhold

Acompañados por Shekal, los Templarios del segundo comando se lanzaron a la caza del conspirador que había logrado escapar de Tolina. Según los interrogatorios psíquicos, estos eran faersuils, una organización de humanos al servicio de los submundanos... esa mística raza subterránea que todo el mundo consideraba poco más que superstición. ¿Su misión? Sembrar el caos en Tolina para poder escapar y tomar algo.

Por los rastros hallados y lo percibido por Shekal, el traidor estaba tomando rumbo a las madrigueras de los Demonios Ciervo, ubicación de sobra conocida por el serte... aunque el azar quiso que se toparan de bruces con un Araclupus cuando estaban descendiendo el desfiladero. Por suerte, lograron llegar a suelo y esconderse antes de que la corrupción rompiera la cuerda, que les perdió la pista y rugió contrariada por el fracaso... hasta que localizó un nuevo objetivo: el forsthold, que la diosa fortuna los había llevado al otro lado del desfiladero y obligado a descender para poder cruzarlo.

Forsthold

Tras el mal trago anterior, el grupo llegó a un estrecho desfiladero. Y fue aquí, en dicho desfiladero, mientras atravesaban uno de los múltiples puentes colgantes que los cruzaban, cuando se vieron sorprendidos por la aparición de un viejo enemigo: un Araclupus sediento de sangre y dispuesto a llenar su estómago con carne de Templario. La batalla que estalló a continuación fue realmente alucinante. Los jugadores pusieron toda la carne en el asador, con el fin de salvar la vida de sus personajes, llegando incluso, algunos de ellos, a agotar su reserva de puntos de Espíritu debido al continuado lanzamiento de transmutaciones. Si continuaban luchando a ese ritmo, estaba claro que llegarían completamente exhaustos al enfrentamiento final. Por si ésto fuera poco, algunos de los tablones del puente comenzaron a partirse, amenazando con enviarles al vacío. De hecho, uno de los personajes pudo agarrarse en el último segundo a otro de los tablones intactos, aunque quedó a merced de la criatura sombría que tantos quebraderos de cabeza les estaba causando. Por suerte, uno de sus compañeros, haciendo gala de una gran valentía, consiguió derrotar al Araclupus tras un singular combate.

Superado este nuevo obstáculo, el grupo decidió descansar con el fin de poder curar parte de sus heridas y recuperar algunos de los puntos de espíritu, perdidos.

Y aquí fue donde nosotros decidimos también hacer una pausa, e irnos a comer una pizza en un bar cercano. Yo, personalmente, di buena cuenta de una que tenía el mismo nombre que la tienda en la que estábamos jugando y que estaba realmente deliciosa. Ardo en deseos de poder volver a degustarla en un futuro próximo.

Sekundhold

Habían conseguido quitarse de encima el Araclupus... para desgracia de sus compañeros y ahora se les presentaba el verdadero peligro de la misión, ya que el rastro del conspirador se internaba por una de las cuevas que salpicaban el desfiladero. Debían entrar en la boca del lobo sin delatar su presencia a los Demonios Ciervo que habían quedado protegiendo el hogar.

La tensión se respiraba en el ambiente y el terror de internarse a oscuras en el hogar del enemigo sólo era equiparable a la incertidumbre que provocaba no saber por dónde podía aparecer un Demonio Ciervo. Los personajes se fueron internando  por grupos y con un explorador en avanzadilla mientras el resto aseguraba zonas... hasta que perdieron vínculo mental con el explorador y cundió el pánico de haber sido descubiertos. Faltó poco, muy poco.

Tras varios momentos más de tensión, los personajes lograron encontrar nuevamente el rastro del conspirador (aunque Shekal tenía la sospecha que el aura intermitente que captaban era realmente el aura de su viejo camarada Thul-kon o Benjamín) y alcanzarlo en una cámara circular igualmente excavada en la roca. Junto al faersuil se hallaba una abominación de cuerpo informe... como dos humanos fundidos y separados la mismo tiempo. La corrupción estaba inconsciente y el faersuil simplemente desapareció con la criatura, dejándolos a solas en la cámara con el ensordecedor eco de fondo que provocó el metal de una daga al chocar contra la roca. El faersuil se había esfumado delante de sus ojos y los Demonios Ciervo ahora sabían que había intrusos en su propia casa.

Forsthold

Tras saciar nuestros estómagos, había llegado la hora de retomar la aventura y descubrir que destino les esperaba a los personajes, y, por consiguiente, al resto de los habitantes de las Tierras del Norte.

El grupo había llegado finalmente al lugar en el que se encontraba la fisura. Su objetivo inmediato era proteger al Maestro de Llaves de los ataques de los Demonios Ciervo, liderados por una Gran Matriarca, el tiempo suficiente para que él pudiera sellar la brecha, y, además, acabar por completo con la existencia de dichas criaturas. Por desgracia, la situación no se presentaba fácil, debido a las múltiples heridas recibidas anteriormente, a su fatiga espiritual, y a la secreta corrupción de uno de los miembros de la expedición. La batalla final se presentaba como algo apoteósico. Y, realmente, lo fue.

Los Demonios Ciervo resultaron ser, al igual que en enfrentamientos anteriores, unos adversarios formidables, absolutamente difíciles de derrotar, y el estado físico de los templarios terminó siendo, en el mejor de los casos, deplorable. El personaje infectado demostró, finalmente, de que lado estaba, y faltó muy poco para que acabara con la vida de uno de sus compañeros. Por si esto fuera poco, otro de los miembros del grupo resultó afectado por el efecto de la Fisura, y su cuerpo comenzó a volverse traslúcido.

Sekundhold

Eliminado el factor sorpresa sólo quedaba una opción: Escapar y volver a buscar el rastro del faersuil más tarde. Los templarios y Shekal se pusieron a buscar como locas una posible salida que los alejara de la entrada por la que habían venido y hallaron finalmente un recoveco por el que parecía escucharse el fluir de aguas subterráneas... pero no había tiempo para que escaparan todos y eso lo sabían. En los momentos difíciles es cuando surgen los héroes y aquí fue cuando parte del comando se separó del resto para entretener a los Demonios Ciervo y darles tiempo a los otros de escapar. Así, mientras Shekal y parte de los templarios se hundían en las entrañas de la tierra y buscaban el cauce de unas aguas subterráneas que los sacaran de allí, el resto se lanzaban a una misión suicida. Corrieron, hicieron sangrar al enemigo y presentaron batalla hasta que la muerte los alcanzó en las tinieblas... pero habían logrado su objetivo: Dar tiempo a los compañeros de escapar.

Forsthold

Cuando la abertura fue finalmente sellada y todos los Demonios Ciervo derrotados, los personajes no se parecían en nada a aquellos que habían salido de Tolina: Sangraban por infinidad de heridas, estaban totalmente agotados, y el templario anteriormente citado guardaba un secreto que en un futuro podría poner a la Orden en un nuevo aprieto. La aventura había terminado con lo que parecía un final feliz. La Fisura sellada y la Matriarca que comandaba mentalmente a los Demonios Ciervo derrotada, haciendo cundir el caos y el desorden para el beneficio de los desesperados defensores de Tolina. Un final realmente digno de una campaña que, desde mi modesta opinión, ha sido realmente fabulosa.

Sólo me queda dar las gracias a todos aquellos jugadores con los que he tenido el honor de poder compartir tantas horas de juego, y tan magníficos momentos, esperando poder volver a jugar con ellos en un futuro no muy lejano.

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Concluir esta historia ha sido algo realmente emocionante para nosotros. Por un lado era la culminación de una campaña que vio nacer y crecer nuestro universo y por el otro una empresa realmente fascinante al continuarla con nuevos Narradores y coordinando las distintas mesas e historias para hacerla avanzar al unísono. Emoción, orgullo, satisfacción,... muchos sentimientos encontrados que nos han arrancado no pocas sonrisas de felicidad.

A todo esto, debemos añadir que en las Crónicas de esta campaña (básicamente un Actual Play) hemos ido omitiendo algunos datos de la historia para no destriparla por completo. ¿El motivo? La campaña va a ser publicada en pdf, incluyendo tanto los módulos como las criaturas como los manuscritos de historia que aquí hemos omitido... tales como la batalla final de Tolina, la conspiración de los faersuils, la identidad del traidor, el verdadero proceso y resultado de sellar una Fisura (os dejará a cuadros) y lo acontecido en el final de la campaña cuando el sekundhold logró localizar nuevamente al faersuil y darle caza. ¿O acaso pensabais que la historia terminaría con los templarios y Shekal escapando así sin más? Tras escapar, lograron dilucidar dónde se dirigía el faersuil y alcanzarlo... pero lo que vieron y descubrieron tendréis que verlo y descubrirlo con vuestros propios ojos el próximo 2013. Por ahora, ese conocimiento está únicamente reservado a los jugadores que participaron en esta extensa campaña, tanto en sus inicios como en su desenlace.


Muchas gracias a todos por seguirnos y participar. Y en especial a Hajime Saito (sin tu ayuda no habría sido posible revivir la campaña al nivel que lo hizo), Fali, Daniel Jareño (Shekal forever), Gonzalo Lacalle, David Germes y el resto de jugadores que participaron en la historia. Entre todos habéis logrado re-escribir la historia del Norte.