17 julio, 2012

Puerta de Ishtar y mecenazgos

La semana pasada se abrió el mecenazgo de tan original e interesante juego con unos resultados que no han dejado indiferentes a nadie. En unas pocas horas se alcanzaba la cantidad prefijada como "necesaria" y pocos días después se sobrepasaba... hasta el punto que en el momento de redactar la entrada ya anda cerca de los 6.000€ y se han desbloqueado una gran cantidad de incentivos.

Pero la entrada de hoy no pretende ser un llamamiento a participar en el mecenazgo por aquello de apoyar el producto patrio ni para hablar maravillas del juego, algo para lo que ya está el autor y que es por todos bien conocido debido al gran trabajo y buen hacer que ha desarrollado a lo largo de estos tres años que ha durado su desarrollo.


La entrada de hoy pretende tocar un tema distinto y que nos inspira una gran proximidad con el autor por aquello de que "si no lo tocas, rara vez lo sabes". Hacer un juego de rol no es barato, esto lo saben todos, pero lo que ocurre es que muchos pensamos erróneamente que el gasto importante se centra únicamente en los gastos de impresión... sangrada última que se ha de sufrir para dar ese último y tan ansiado paso que siempre parece que es el que más tarda en llegar. ¡Pero eso no es nada! A los gastos de impresión cabe sumar el dinero que se paga a los ilustradores, al maquetador, la compra de diseños o elementos externos para promoción, regalos e incentivos (algunos que requieren de nuevas ilustraciones y maquetación), desplazamientos a jornadas para promocionar el juego, gasto que está ahí y que normalmente ignoras por aquello de "iba a ir igualmente" o "el sarna con gusto...", gastos de envío, comisiones de las transferencias bancarias, registro de la propiedad intelectual, IRPF y Hacienda que somos todos... son, en definitiva, muchos gastos que van sumando una cantidad importante, que puede llegar a igualar o acercarse en muchos casos a la imprenta y que normalmente no se ven.

Muchos aficionados se maravillan porque el mecenazgo llegara a los 4.500 exclamando: ¡Vaya éxito, ya no tiene que meter dinero de su bolsillo! No nos equivoquemos, en ese punto del mecenazgo Rodrigo todavía perdía dinero y con la cantidad de regalos e incentivos (pantalla+aventura inclusive) que hay que escribir, revisar, ilustrar y maquetar... y aunque ahora anda por los 6.000 todavía sigo sin tener claro cuál será la cantidad exacta a partir de la tendrá un balance positivo.

Es por ello que con la entrada de hoy os decíamos que no íbamos a hacer bombo del juego. Lo vamos a hacer sobre el propio autor y los otros muchos que están surgiendo en el mundillo. Porque es algo que conocemos y sabemos lo que cuesta.

Hay una tercera razón, para mi muy importante, por la que participar en un mecenazgo más allá del "apoyar un producto patrio" o "el juego me gusta": Por respeto al autor, que ha invertido incontables horas por ofrecernos un producto de calidad y no es justo que pierda dinero con ello, más en los tiempos que corren.

Como decíamos el equipo de Tauradk cuando publicamos: "Que por lo menos nos dé para tomarnos unas cañas y celebrarlo". Todo el mundo merece recibir algún beneficio por su trabajo y los regalos, si se dan... es de buen agradecido ser agradecido. A veces, en nuestro afán coleccionista y hambre frikuna nos olvidamos que los autores y las editoriales no están ahí para complacer las exigencias personales de cada uno de nosotros y que, al igual que el resto de los mortales, o están en el paro o tienen que hacer malabares para rascar dinero de donde no hay e ir cubriendo gastos sin que la realización personal suponga un duro revés a la economía familiar.